viernes, junio 08, 2007

42ª CONFESION: PRIMERA VEZ

Con el sabor de tus cálidos besos la inocencia se esfumaba en el colchón
Al desvanecerse mi ropa entre tus caricias, mi piel perdía el pudor
Exploraste con exquisita delicadeza los recovecos de mi ser
Encendiste la llama del deseo, desataste en mí la pasión
Al ritmo palpitante de tu cuerpo el mío jadeante se acopló
Te abriste paso en mí llenándome toda de tu amor
Sellándolo con la sangre que mi cuerpo emanó
Hiciste que tocara el cielo y regresara a tu pecho impregnado de sudor
Marcaste mi vida para siempre, cierro lo ojos y te siento como si fuese hoy

El deseo incontenible nos envolvió esa tarde a los dos...


LA-T